Esta cortijada, emplazada a 1.680 metros de
altitud, pertenece al término de Gor y se
localiza a 12,5 Kms.
de esta villa, junto al arroyo de su nombre, unos kilómetros aguas arriba
del lugar en que confluyen el arroyo de las Casas de Don Diego con el río de
Gor, en el paraje conocido como Las Juntas.
El nombre patronímico de esta cortijada parece
hacer referencia a Don Diego de Castilla, hijo de Don Sancho de
Castilla, descendiente del Rey Pedro I de Castilla, al que los Reyes
Católicos hicieron donación el 18 de marzo
de 1494 de la Sierra
de Gor y con los que el Concejo y vecinos de Gor mantuvieron largos pleitos, que se iniciaron en el
año 1558, sobre la posesión y
aprovechamiento de los pastos, dehesas, montes, cortes de leña y
madera en todo los términos y sierras de la villa de Gor
(Alías Ruz, Boletín Amigos de Gor
nº 10 de agosto de 1992), pleitos
que, como refiere el autor citado en algunos momentos fueron luchas,
destacando algunos episodios de estos enfrentamientos, como la remota fecha
del año 1612 en la que se refiere como “el Concejo echó al ganado
de cerda que Don Diego tenía herbajando,
la mayor parte del pueblo salió al campo armado con espadas,
escopetas y ballestas, pidiendo airadamente que se hiciera justicia”
Los últimos dueños de esta cortijada, antes de
que pasara al Patrimonio Forestal, al que se vendió en los años 70 del
pasado siglo en poco más de 700.000 Pts. fue la conocida
familia Aranda de Gor, junto con otro vecino de
esta misma villa llamado Jesús Ros. Mientras que el último cultivador que
tuvo esta tierra, en cuya vega se cultivaban remolachas y unas
excepcionales patatas, era apodado “El Escondío”,
nombre con el que lo recuerdan los actuales habitantes de la zona.
La finca con unas 700 Has. que van desde la
zona del Cerro de la Virgen,
agua arriba, hasta el Peñón de Don Alonso, aguas abajo, y delimitada por
las vertientes naturales que la rodean, destaca por la riqueza de sus
acuíferos, de modo que cuenta con 5 nacimientos naturales dentro de su
perímetro:
- Fuente
de las Casas de Don Diego, la más próxima a la
cortijada con una gran balsa de perfecta forma circular, con un diámetro de 11,75 metros
(actualmente vallado y delimitado en todo el perímetro), que se emplaza en
las inmediaciones del Barranco de las Minas. Junto a la misma se conserva
un alambique para la destilación de aromáticas.
- Fuente
de la Cerrá, en
la margen derecha del arroyo de las Casas de Don Diego aguas arriba, a unos
800 metros
de la confluencia del Barranco de las Minas con el Barranco de las Casas de
Don Diego, un magnífico acuífero que brota de las paredes calizas que se
elevan unos 4 metros
sobre el arroyo, debajo de unas curiosas grutas naturales conocidas como
Cuevas de la Cerrá.
- Fuente
de la Cuesta
de la Rambla, a
unos 500 metros,
aguas abajo de la confluencia del Barranco de las Minas con el Barranco de
las Casas de Don Diego, entre el Barranco de Las Casas de Don Diego y el
camino que une Las Casas de Don Diego y Las Juntas.
- Fuente
del Peñón de Don Alonso, justo debajo de este conocido y emblemático
peñón del valle del Río de Gor, en el paraje en
que termina esta finca, aguas abajo.
- Fuente
de la Herradura,
junto al camino que nos lleva desde las Casas de Don Diego, al cruce con el
Camino de Charches.
Como ir a las Casas de Don
Diego:
- Para quien proceda de la dirección
Almería, el acceso más cómodo es por Charches, donde continuaremos hacia la Fraguara y desde aquí
y tras dejar a nuestra derecha el cruce de El Raposo, en el siguiente cruce
tomaremos la dirección de Gor. Unos kilómetros
más abajo y entre una zona de álamos destaca la construcción de las Casas
de Don Diego.
- Para quienes procedan de la dirección Baza y Granada.
El acceso mas cómodo y fácil es por Gor, en
dirección a la aldea de Las Junta donde continuaremos por el camino que
discurre prácticamente paralelo al Arroyo de Las Casas de Don Diego y tras
dejar el popularmente conocido como Peñón de Don Alonso llegaremos a Las
casas de Don Diego.
Situación actual de la cortijada: aunque la rehabilitó el Patrimonio Forestal, como Refugio
Forestal, dotándola de agua corriente y de las últimas modernidades de la
época, como energía solar, en la actualidad está abandonada y sus corrales
tan solo son utilizados por los pastores de la zona. Deplorable es la
situación en que se conserva su preciosa vega, habiéndose secado la
práctica generalidad de los frutales, en la que destacaban los cerezos, que
con mimo se plantaron, ante la total falta de atenciones y cuidados.
UTM, Hoja de Charches
(1011-II) del 1:25.000 del IGN: 302102.
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