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Edición Mensual - Año XXVII | Nº 299 - Mayo 2024

NOTICIAS

imagen de decoración


Por Víctor Azor López

 

© Proyecto Sierra de Baza
Encinar con sobrepastoreo por el ganado doméstico (Royo del Serval. P.N. Sierra de Baza)
 


Como consecuencia de mi pasión por la caza visito muchos cotos particulares con presencia tanto de caza menor, como mayor y no es necesario observar los animales visualmente para saber de su presencia, pues una elevada presión ganadera se manifiesta rápidamente sobre la vegetación del ecosistema en donde se desarrollan. Un claro ejemplo y muy ilustrativo son las "encinas cabreadas" o "barda" encinares con matas redondeadas, con escasa talla, con un densidad de hoja tipo seto y recomidas por la ganadería... Este tipo de matas las he observado claramente en las inmediaciones de Cortijo de Soler (junto autovía A92), inmediaciones de la Venta Vicario y en repoblaciones por debajo del Cortijo de Santa Olalla, entre otros lugares.

El origen de esta encina con un porte tan curioso puede ser tanto de monte bajo (cuando los pies proceden de brotes de cepa o de raíz) como de monte alto (cuando lo pies proceden de semilla). Quería hacer esta pequeña reseña, pues en más de una charla o conversación sobre la terminología aplicada al monte bajo, se suele llamar con este nombre a los tomillares, espartales, romerales… cuando la definición correcta seria monte arbustivo.

La "encina cabreada" aparece como consecuencia de la combinación de prácticas anticulturales, históricas y reiteradas sobre las masas de encina como son:

1.- Repoblaciones de coscoja o encinas efectuadas con objetivos económicos dejadas a su suerte durante años, en donde la ganadería tradicional ha ido alimentándose de los brotes tiernos año tras años

2.- Terrenos agrícolas abandonados en donde la encina crece de manera natural, no se ha efectuado poda alguna y los ciervos no dejan que lo resalvo se espiguen a una altura superior a su altura de alimentación.

3.- Perdida de valor de las leñas y el carbón vegetal con lo que las podas de regeneración son prácticamente inexistentes

4.- Matas muy espesas con elevada cantidad de material trabado que provoca la inexistencia de producción de fruto, que aunque se produjese, el desarrollo posterior de los brinzales (matas nacidas a través de semilla) se vería impedido por la falta de espacio, luz y la elevada competencia que se genera.

Debemos indicar que nos encontramos frente al caso más desfavorable de degradación del encinar pero no significa que no tenga solución, pues una vegetación viva hace lo posible por sobrevivir aun estando en una situación crítica. La forma de proceder seria una roza de generación que consiste en un recepe entre dos tierras a la altura del cuello de la raíz guiando posteriormente el crecimiento del brote más vigoroso, que será muy superior al de la mata inicial. Este tratamiento será muy cuidadoso y se realizará únicamente cuando se acote al ganado hasta que los brotes sean los suficientemente elevados como para resistir la presión ramoneadora.

Tal y como se está desarrollando la tendencia silvícola en los últimos años se observa que la ganadería tradicional desaparece de los montes con lo que la "poda inducida" ya no se ejerce.

Los tratamientos de poda para leña están disminuyendo pues existen en el mercado otros combustibles de mayor poder calorífico.

No existe regeneración por semilla pues al no eliminar los chirpiales (brotes de encina) estos tienen una mayor capacidad de regeneración e impiden el crecimiento de las semillas.

Al no podarse las masas las leñas son de menor calidad y la regeneración por resalvo produce peores maderas y menos frutos pues la encina no se está regenerando de forma sexual.

Los efectos de este abandono progresivo y del sobrepastoreo en los coscojales y encinares son la aparición de ramas puntisecas con una espesura trabada y gran cantidad de retoños alrededor de unos cuantos pies centrales sin un vigor importante.


La evolución del encinar cabreado al encinar con una presencia ganadera sostenible



© Proyecto Sierra de Baza
Encinar en un buen estado de conservación, con una presión ganadera y cinegética sostenible (Cortijo de Los Corvos. P.N. Sierra de Baza).



 Pese al más aspecto que presentan estos encinares, no obstante no tenemos que ponernos en una situación dramática y catastrofista, ya que con una buena gestión silvícola y ganadera tienen solución, simplemente debemos de incentivar y dar a conocer la parte positiva de la poda y resalveo de los encinares, pues cortar madera no es sinónimo de hacer daño al monte sino todo lo contrario, se está saneando y potenciando el vigor del árbol.

Nuestro encinares se caracterizan por gran cantidad de pies en matas con elevado volumen foliar y porte no muy elevado 3-4 metros. La actuación tipo para nuestro coscojales y encinares seria primeramente una clara "selectiva y por lo bajo" eliminando los pies del centro, los dominados, deformes torcidos, inclinados, con tangencia de copas y puntisecos, reservando los mejores pies para una posterior clara a los 3-4 años en donde podremos conseguir maderas de calidad y unos ramones y rebrotes que no influirán en el crecimiento de los pies principales pero los aprovechará la ganadería perfectamente.

Como vemos es un proceso cíclico que se autoregula si actuamos sobre la masa o no. Si trabajamos los árboles nos ofrecerán con el tiempo una mayor cantidad de recursos aprovechables económicamente pero para eso es necesario ofrecer esta posibilidad a aquellos gremios que estén interesados en los recurso forestales, los cuales se están abandonando poco a poco tanto por el desconocimiento como por la tendencia de la sociedad.

Hay que conservar nuestros encinares pues es uno de los ecosistemas más valiosos que tenemos y uno de los montes clímax de nuestros entornos mediterráneo. Son bastantes los encinares-coscojales bien conservados (Chaparral de Barea, Gines…) y montes adehesados (El Pinar de Guadix, Pino Grande, Llanos de Olivares…) que tenemos en nuestro entornos. Por eso no debemos olvidar muchos de los beneficios indirectos generados por los encinares, los cuales se recogen en lugares muy alejados del propio monte (defensa de embalses, protección de cultivos agrícolas, mejoras paisajísticas,) pero también tenemos beneficios directos como son: leñas, bellota, caza, restos de poda ó ramón para ganadería…

Víctor Azor López
AZOR MEDIOAMBIENTE
Ingeniero Técnico Forestal
627946748

 

 

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